Esta ruta la hemos iniciado en las afueras de La puebla de los Infantes justo en una granja de pavos donde hemos dejado nuestro medio de transportes terrestre, osea el coche de toda la vida. Por un camino en buen estado hemos ido adentrándonos en la sierra donde hasta llegar al rio Retortillo han aparecido hasta cuatro cancelas, las cuales las hemos ido dejando tal como estaban, es decir cerradas. En todas ellas, se advertían de dejarlas cerradas, excepto en la segunda que además nos prohibido el paso. Aun asi, hemos pasado creyendo firmemente que es un camino publico y que por tanto la prohibición no viene a cuento. Una vez en el rio, hemos ido paralelo a él, en un principio y como no teníamos información de nadie, hemos ido con un poco de miedo a encontrarnos con un tramo que no pudiéramos pasar, cosa que por suerte no ha sucedido y hemos llegado al Molino sin ningún contratiempo. El molino pese a estar como era de esperar en ruina, tiene su encanto y junto a él, nos hemos “zampado” nuestro bocata de turno, que como ya sabemos se compone de Jamon de chope para no variar. A continuación hemos seguido junto al rio hasta que hemos iniciado una subida con cierto desnivel pero corta hasta llegar al camino que nos llevaría de nuevo al pueblo. Esta ruta es muy interesante y bonita.